Las caras de Bélmez son un fenómeno que se produce desde 1971 en el suelo de la casa de calle Real, número 5, Bélmez de la moraleda ( Jaén, España). Adeptos a la parapsicología han considerado este suceso como «sin duda, el fenómeno paranormal más importante de este siglo» (por el siglo XX. Sin embargo, varios estudiosos del tema lo han catalogado de fraude.
APARICIÓN DE LAS PRIMERAS CARAS DE BÉLMEZ.
La primera noticia sobre el fenómeno apareció publicada en un diario local en noviembre de 1971 y fue en lo sucesivo tratada profusamente por los medios de comunicación de la época. Una vecina de Bélmez, María Gómez Cámara, aseguraba que el 23 de agosto de ese mismo año advirtió mientras cocinaba en el suelo de cemento de su cocina, una gran mancha con forma clara de rostro humano y salió a avisar a sus vecinas, cinco días más tarde se raspó la supuesta cara y el albañil Sebastián Fuentes León echó yeso sobre la misma. Sin embargo, siempre según las declaraciones de los protagonistas, reapareció días más tarde. Era un rostro aparentemente de varón, con los ojos y la boca abiertos y unos largos trazos oscuros a modo de bigotes. En los días siguientes aparecieron en el suelo de la cocina y el pasillo de la casa nuevos rostros que se añadieron al inicial, que aparecían y desaparecían, se desplazaban o se transformaban en otros, en un continuo movimiento que habría continuado en mayor o menor medida hasta hoy día.
REACIONES.
Los periódicos se posicionaron en posturas opuestas: defiende la autenticidad del suceso el diario Pueblo, mientras que otros, como el Ideal, lo catalogan como fraude.
Debido a la repercusión mediática, empiezan a llegar personajes famosos del mundo de la parasicología como German de Argumosa o Hams Bendes catalogando a Bélmez como un gran misterio. Este último publicó unas líneas sobre el caso en el Zeitschrift für Parapsychologie avalando la hipótesis paranormal.
A los 6 meses de las apariciones el periódico Ideal hacía públicos los resultados de unos análisis que demostraban que las caras habían sido pintadas con nitrato y cloruro de plata. Este método es muy eficaz ya que los rostros aparecen al tiempo de haber sido pintados.
Más tarde fue realizado otro análisis a las caras por el CSI, en el cual no se mostraban restos de las sustancias señaladas como componentes de las caras en el primer análisis. Cabe destacar que el CSI advirtió que desconocía cuál había sido el proceso para recoger las muestras y que estas fueron entregadas en un sobre de azúcar de cualquier cafetería.
A partir de 1972, el fenómeno sufre una bajada tanto de interés mediático como de turismo, debido a que el diario "Pueblo" reconoce que las Caras de Belmez no son un fenómeno paranormal como defendía el periódico Alcazar.
NUEVAS CARAS.
María Gómez falleció en febrero de 2004. Tras su muerte, Pedro Amorós, presidente de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) intentó "descubrir" si habría más teleplastias en la casa en la que ella nació. Así surgieron las nuevas caras de Bélmez. La forma de estas nuevas caras es más vaga, y su identificación como rostros humanos queda más supeditada a la interpretación que en los casos anteriores. De hecho, una de las manchas obtenidas por la SEIP, y que supuestamente representa a un hombre de perfil, tiene una semejanza apabullante con un gato de caricatura.
Varios diarios acusaron al ayuntamiento de la localidad de haber fabricado las caras en esta nueva casa al no conseguir adquirir, para explotarla turísticamente, la casa original de las caras.
La familia de María Gómez también ha sostenido que las caras no son negocio, lo cual resulta opuesto al hecho de que desde eL 1 DE JULIO de 2005 se le otorgó la titularidad de la denominación "Las caras de Bélmez" a doña Carmen Gómez Hervás, según consta en la web de la Oficina Española de patentes y marcas.(OEPM). Curiosamente, se trata de la única marca registrada en esta oficina que incluye el topónimo "Bélmez".
Reaciones:
Los escépticos sostienen que las nuevas caras fueron fabricadas en un momento muy conveniente, y que de hecho fueron "descubiertas" después de que Francisco Máñez le enseñara a Pedro Amorós cómo realzar manchas en el cemento que parecieran rostros humanos.
Mañez, parapsicólogo también, le pretendía enseñar a Amorós su teoría de que las caras eran sólo manchas de humedad que lapareidolia hacía reconocer como caras o rostros (la pareidolia es la capacidad humana de reconocer formas en cualquier cosa). A los pocos días, Amorós lanzó la noticia del descubrimiento de las nuevas caras en la casa natal de María Gómez, obtenidas tras someter al suelo a un tratamiento que el SEIP describe tal y como Máñez describe el suyo.
Explica Máñez que el 25 de septiembre de 2004:
<<Pedro Amorós mojó el suelo con una fregona y esperamos que se secara. Como era de esperar aparecieron manchas que recordaban a rostros. Tomé un pincel y humedecí las zonas que yo veía como parte de rostros para que los demás pudieran ver las caras. Incluso una de nuestras acompañantes llevó a cabo una prueba mojando las manchas que le parecían parte de una cara. Pese a que fue una demostración rápida y sencilla, quedó claro cómo crear 'caras de Bélmez' de forma artificial>>
Francisco Máñez
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